19 oct 2011

La Cultura del Palmito

Chamaerops humilis, llamado palmito, margalló o palmitera, es la única palmera nativa de la Europa continental y la única especie del género Chamaerops. Es una especie carismática, extensamente distribuida por todo el litoral mediterráneo, abundante en las costas mediterráneas de España y del norte de Marruecos. 


Crece sobre suelos soleados, pedregosos o no, principalmente en zonas bajas. Se da en nuestros montes acompañando a lentiscos, coscojas, acebuches y en muchas ocasiones esparragueras. Crece hasta 2 metros de altura, pudiendo alcanzar mayor altura si se cultiva.


Las hojas están dispuestas en penacho terminal, con forma de abanico, de hasta 90 cm, con un largo peciolo leñoso provisto de fuertes espinas.


El principal uso del palmito es de carácter artesanal, las gentes confeccionaban sus capazos, sombreros, esteras… con la Llata...


... también se confeccionaban grandes sacas, con las que el hombre transportaba productos como la uva, el grano, la hortaliza…

Otro de los trenzados más habituales es la "toniza", una cuerda hecha a partir de la palma. 

La elaboración de productos artesanales con Llata requiere un lento y laborioso proceso.

La recolección del palmito se realiza al final del verano, cuando el árbol da sus frutos y empieza a adormecerse. Se toma una, a lo sumo dos, de las palmas centrales que están todavía por abrir. Ser avaricioso y tomarlas todas, mata al palmito, poniendo en riesgo su pervivencia.




Se distinguen por un lado la "palma blanca" o "palmito" y por otro la "palma negra" o "palma verde". La palma blanca es la hoja que se localiza en el interior del cogollo o centro de la copa de la palmera, y se caracteriza por ser una hoja de color verde claro, casi blanco. La palma negra, de la que se pueden cortar de dos a cuatro ruedas, es la que rodea por fuera la copa de la palmera, y tiene una tonalidad verde oscura, denominándose su poda "limpiar la palmera".


Las palmas recolectadas se ponen a secar, aquellas que queramos conservar su tono verde, las pondremos a la sombra, las demás las dejaremos secar al sol en un sitio seco y ventilado.

Una vez secas las hojas comenzamos a embridar, es decir, a extraer las tiras a partir de las hojas del palmito. Cuanto más estrecha es la tira, mejor es la calidad del producto final.






El palmito se trabaja tanto en su color natural, como blanqueado o coloreado. Para la coloración, se pone una olla de agua al fuego, cuando hierve el agua se le añade el tinte; el palmito se cocina por lo menos durante una hora en la olla. Después se quita y se deja secar en la sombra.

Una vez preparada la materia prima se realizan los distintos tipos de trenzado, cada uno de ellos tiene su uso.

Las pleitas o empleitas,  es el trenzado más común y a partir de él se realizan numerosos objetos.





Para la confección de la empleita se trenzan 3, 5, 7, 9, 11 y hasta 13 palmas, que se irán entretejiendo según la forma deseada. Como hilo de costura se emplea en la actualidad rafia o cordeles industriales, pero hasta hace muy pocas décadas las estereras empleaban la propia palma como medio de costura. 
Para planchar y dar forma a las empleitas se usaba un callao (canto con una superficie totalmente pulida y de forma redondeada). Tijeras, hachas y picaderos completan el repertorio de herramientas básico.







La Llata se realizaba en las tardes de invierno, cuando el día acorta y el tiempo obliga, en ocasiones, a permanecer en el hogar. Así, hombres y mujeres, se sentaban junto al fuego a trenzar, compartiendo su hacer y sus historias.

Es curioso que la Llata se realice en el invierno, cuando los huesos se enfrían y resienten, el trenzado de la Llata les devuelve su movilidad.





Las palmas del Domingo de Ramos también se realizan con la Llata, éste es el trenzado más común.


Y como curiosidad os mostramos el "mata moscas", las moscas entran en los huecos del trenzado, una vez dentro, al no poder desplegar sus alas, quedan atrapadas.


Otros usos del palmito, menos frecuentes son el gastronómico y el medicinal.
En la cocina es apreciado el corazón o cogollo de las plantas, utilizado en ensaladas.
En otro tiempo, y aún ahora en el Norte de África, se aprovechaban las raíces por su riqueza en azúcar como sucedáneo de la zarzaparrilla.


Sus frutos, llamados vulgarmente dátiles de zorra o palmiches, se emplearon en medicina popular como astringente. Algunos mamíferos como el tejón, el zorro y el conejo,  también los consumen.
La espata floral o jiga o higa cuando es joven, en la antigüedad, se le atribuía la propiedad de despertar la virtud genital y ser propia para holgazanes.




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